lunes, 7 de junio de 2010

ENVEJECER CON DIGNIDAD Y SABIDURÍA


  • Hasta los 81 años Churchill fue primer ministro de Inglaterra.
    • A los 93 años Picasso murió, al mismo tiempo que preparaba dos exposiciones
    • A los 71 años Miguel Ángel asumió la dirección de las obras en San Pedro.
    • A los 94 años Pablo Casals estrenó su Himno a las Naciones Unidas.
    • A sus 82 años Goethe terminó la última parte de su gran obra “Fausto”
    • A sus 88 años y poco antes de morir, Samuel Hhaneman terminó su sexta edición del Organón, que agregó a su Tratado de Enfermedades Crónicas.

El envejecimiento debe ser comprendido como un proceso. Físico-anímico y espiritual por el cual crece el ser humano de manera Suprasensible, a medida que su cuerpo físico o material entra lentamente en etapa de disolución.

Puede reflejarse en la fisonomía del rostro surcado por arrugas, o más bien tallado, por las experiencias de la vida. Esto da al envejecer un aspecto positivo.
En tiempos pasados se conocía que esa etapa era condición básica para el despliegue de sabiduría. De ahí que (el Consejo de ancianos, se denominaba “Senado” que quería decir: integrado por los seniles).

La medicina convencional actual, por el contrario lo considera únicamente como un proceso de declinación pasiva, al cual habría que "adaptarse", considerando únicamente los cambios físicos que ocurren en dicha edad, sin aceptar para nada los cambios mentales y espirituales que se van desarrollando.
Pero existen situaciones que juegan a favor del anciano como son que; las condiciones físicas, sociales y laborales ya no son tan exigentes como antes y colocan al anciano en situación de poder ocuparse de su propio desarrollo. Los hijos se han ido, la jubilación llegó, el mundo ha cambiado tanto que es difícil orientarse en él, la pareja puede o no estar, el cuerpo cada vez requiere menos atención: una buena comida al día es suficiente, alcanzan pocas horas de sueño. Es decir hay tiempo para ocuparse de si mismos y de sus ser interior y así prepararse para el próximo paso. Esto corresponde al envejecimiento en salud y con sabiduría.

LAS DOS CURVAS DE LA VIDA


De acuerdo al esquema arriba indicado, se distinguen dos épocas en que se divide la vida humana: hasta los 35 años y de allí en adelante. Estas dos épocas muestran dos curvas opuestas según se las considere desde el punto de vista físico- orgánico o desde el anímico- espiritual. Desde el lado corporal la primera fase es anabólica o constructiva y la segunda catabólica o de-constructiva. Ocurre lo inverso en relación a lo suprasensible: la primera mitad corresponde a una penetración y "acomodamiento" en la corporalidad, y la segunda a un crecimiento y elevación fuera de la corporalidad

PRIMERA CURVA - Por lo tanto, los cambios que se observan en el anciano han comenzado varias décadas antes. Lo propio de esta etapa atañe la esfera neuro sensorial: sentidos, memoria, así como a la circulación que lo nutre. También en dificultades en la auto regulación, especialmente en el organismo térmico o calórico. Las eliminaciones (evacuación por ejemplo) son menos activas Los procesos de regeneración o reparación se enlentecen y disminuyen. Y por último la materia del cuerpo físico es consumida (estatura, vértebras, etc).

SEGUNDA CURVA: Este proceso es activo, no se hace por sí solo. Implica una maduración por transformación ¿Qué capacidades aparecen gracias al envejecer?
En la esfera pensante, el pensar abstracto, teórico, de perfil neto, recto, reflexión madura, fidelidad a los principios, autocrítica, capacidad de juicio, recuerdo del pasado; en el sentimiento predomina la introspección, la vida interior, crecen virtudes como : paciencia, severidad, seriedad, capacidad de soportar el sufrimiento, constancia ; en la voluntad maduran : perseverancia, resistencia, tenacidad, solidez, ausencia de necesidades, capacidad de trabajo

No obstante se sabe que suelen presentarse algunas enfermedades típicas tales como:
Infartos silenciosos, depresiones enmascaradas, cataratas ignoradas, etc...
Se agregan ciertos cambios físicos frecuentes con la edad como: Alteraciones óseas y articulares: a la desmineralización se agrega pérdida de estructura del hueso que se vuelve frágil, quebradizo;. Las articulaciones se perciben como un muñeco articulado, al perder lubricación y movilidad.
Fallas en la termorregulación: por ello la falta de vestimenta adecuada o la exposición a extremos de temperatura los vuelve frágiles (golpe de calor, enfriamientos y gripe).
Defectos sensoriales y sensitivos: todos los sentidos disminuyen en especial tres: vista, oído y equilibrio (causa esta de las inseguridades en la marcha)
Enlentecimiento general

CUIDADOS QUE SE REQUIEREN EN LA VEJEZ

• La alimentación es una entrada directa al organismo físico. Por ello es importante dietas balanceadas y nutritivas, considerando siempre lo natural y evitar los alimentos con preservantes y muy condimentados.
• Realizar ejercicio moderado, caminar le ayuda bastante. Los estímulos sensoriales han de adecuarse a los sentidos disponibles (por ejemplo saber que el campo visual se reduce notablemente).
• El ambiente en el que vive y sobretodo su habitación tener presente aireación, luminosidad, temperatura, tipo de lecho, etc.
• Conocer que en la calidad y cantidad de sueño se producen los procesos de regeneración, aporte de luz (matinal, breve pero diaria en las partes expuestas); espacio dedicado a la vida del recuerdo o actividades imaginativas.
• Evitar al máximo largas horas frente a TV o computadora que consumen fuerzas vitales y se pierde la noción de tiempo. Lo esencial estriba en ciertos ritmos que puedan mantenerse.
• Para aprender no hay límite de edad, y esta actividad puede estimular las fuerzas vitales.
• El sostén se realiza a través del organismo calórico: ropa adecuada, abrigo, baños, aplicaciones externas; protección del sistema inmunológico; éste sistema se debilita cuando se ve expuesto a grandes cantidades de fármacos, peor aún las radiaciones y quimioterapias .etc.
• En gran medida se requiere también del cuidado amoroso de quienes lo asisten, la posibilidad de generarle compañía, amistad, comprensión y sobretodo de estimularle a que aporte sus conocimientos y su sabiduría haciéndolo partícipe directo de las decisiones en el hogar y porque no decirlo también de la sociedad en general; ya que esto permitirá que el anciano se mantenga activo y ante todo se sentirá útil y admirado; aspecto que de por si solo, le dará la posibilidad de una vida futura con dignidad y orgullo.


BIBLIOGRAFIA: Tomado de las conferencias de Rudolph Steiner

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