sábado, 10 de noviembre de 2012

ASTROLOGÍA Y FLORES DE BACH


 
Edward Bach era un médico galés que descubrió el sistema de remedios florales que lleva su nombre, cuando murió en 1936 su sistema ya estaba completo.

La concepción filosófica de Bach es una concepción universal del alma. Todos estamos inmersos en una fuerza vital: Dios, Universo, Naturaleza Superior, Fuerza Creadora, Principio Universal de la Vida, que nos rodea, nos pertenece y nos constituye.

Hay dos elementos en cada uno de nosotros, dice Bach, el Alma que es nuestra esencia, nuestro núcleo que es inmortal por ser parte de esa energía universal, y nuestra Personalidad, que es temporal y material. Ambas tienen que estar en armonía. Ésta es una concepción holística del ser humano que los astrólogos compartimos, que es en este planeta, solo una parte dentro de un Todo más amplio.

 El Alma sabe para que ha venido cada uno de nosotros a este mundo, y que no es solamente para comer, beber, dormir, sexo y posesiones.
 
Si la Personalidad no está conectada con este saber, actuará equivocadamente respecto a esta unicidad o armonía.

Si la Personalidad no acepta la existencia del Alma, la persona presentará desequilibrio, disociación y hasta puede llegar a destruirse.

Si la Personalidad se sintoniza con El Alma, va a acercarse a las cualidades arquetípicas del ser humana (relacionadas también con los símbolos astrológicos), vinculándose con el Ser Superior.

Si se produce una colisión con esa armonía, se rompe esa corriente energética positiva, esa sintonía entre el Alma y la Personalidad, y aparecen los opuestos: egoísmo, ignorancia, inseguridad, malestar, infelicidad, desequilibrio, soberbia, odio, crueldad: es decir los aspectos negativos del ser humano, y así se da la enfermedad, que tarde o temprano se manifestará en el cuerpo.

Los síntomas de ese desequilibrio son los 38 estados inarmónicos definidos por Bach.

La enfermedad implica, entonces, una ruptura entre el Alma y la Personalidad. Cuanto mayor sea el desequilibrio, más profunda será esa ruptura, mayor será el ángulo de corrección necesario para llegar al estado positivo, es decir, al equilibrio natural.

Sin embargo, el hecho de llegar a la enfermedad, es un proceso. Primero serán los estados de ánimo, el humor, etc., los que nos mostrarán alteración, luego la enfermedad física, haciendo suficiente ruido como para ser tomada en cuenta. Yo confío, en que los astrólogos con nuestros conocimientos y nuestras previsiones podemos ayudar al cliente en la primera parte del proceso, cuando la enfermedad todavía no se ha manifestado. Es importante reconocer las señales de alarma antes de que profundicen lo suficiente como para aparecer en nuestro cuerpo. Creo que la Astrología puede ser un estupendo "scanner", para ello y la energía que se encuentra en las Flores de Bach y que se obtiene de los capullos de flores silvestres apunta a desandar el camino y, en lugar de luchar contra ese estado negativo, ayudan a superarlo fortaleciendo y estimulando la cualidad positiva que se encuentra dentro de cada uno de nosotros. Para ello hay que averiguar el cómo y el porqué de la condición. Ese efecto tiene una causa. Llegar a ella, con la inestimable ayuda de la Astrología nos va a ayudar no va a permitir encontrar las flores adecuadas para neutralizarlas.

Según Bach, la enfermedad nunca va a poder desalojarse con los actuales métodos materialistas, ya que no es material en su origen. Hasta que no se llegue al verdadero motivo de la enfermedad, las curas serán solo pasajeras. La focalización sobre el cuerpo da solo resultados superficiales y la enfermedad puede reaparecer de otra manera en cualquier momento.

Lo esencial de esta Terapia, que modifica profundamente los criterios tradicionales, de Paracelso en adelante, es su no-agresividad y su carencia de efectos secundarios.

 Según Edward Bach: Paracelso y Hahnemannn nos enseñaron a no prestar demasiada atención a los detalles de la enfermedad, pero sí a tratar la personalidad, el interior del hombre, a darnos cuenta de que si nuestra naturaleza espiritual y psíquica están en armonía, la enfermedad desaparece.

Si pensamos un momento, esto no es muy diferente de lo que decía Freud. Para Bach, la enfermedad es un desequilibrio energético en que un estado mental negativo es producto de un conflicto entre el Alma y la Personalidad; para Freud, el conflicto se da entre el Eros y el Tánatos es visto como etiología de la enfermedad.

 
CUERPO Y PSIQUE: Actualmente, las investigaciones científicas prueban que el estado mental y emocional de una persona ejerce influencias positivas o negativas sobre diferentes enfermedades, desde una simple gripe hasta patologías muy severas.

Según Bach, el organismo humano manifiesta distintas vibraciones en estado de estrés que en estado de equilibrio. En una persona enferma el nivel de vibraciones energéticas se incrementará o decrecerá significativamente. El estado psíquico y emocional debe ser tomado muy en cuenta en el tratamiento integral de los enfermos (no de las enfermedades).

Para Hahnemann, "lo similar cura lo similar" (la homeopatía). Para Galeno, "los contrarios curan los contrarios". Para Bach, la verdadera curación sólo se puede obtener con lo correcto que reemplaza a lo equivocado, lo bueno que reemplaza a lo perjudicial, "la luz que reemplaza la oscuridad".

 
 
LA ACCIÓN DE LOS REMEDIOS FLORALES

Es la de elevar nuestras vibraciones y abrir nuestros canales para la recepción de nuestro Ser Espiritual, nuestra naturaleza con la virtud arquetípica que necesitamos y hacer desaparecer en nosotros los defectos o fallas que nos están dañando y causando dolor.

Para curarse no basta sólo la acción de terceros, sino la autoayuda, que permite erradicar la imperfección y aprender la lección. No es suficiente reprimir los síntomas porque eso es dar alivio aparente sin mover las causas y es sólo una cura superficial y artificial. La curación debe venir de nosotros mismos por vía de reconocer y corregir lo que no está en armonía en nosotros, que es lo que produce los síntomas o las enfermedades.

Como no entendemos la causa real, hemos atribuido esta inarmonía a las influencias externas como intoxicación, gérmenes, frío, calor,  etc..y hemos dado nombre a los resultados: artritis, asma, cáncer, etc., pensando que la enfermedad empieza en el cuerpo físico.

No hay curación real, a menos que haya un cambio de perspectiva con la cual el hombre ve el mundo, que le permita lograr la paz y la felicidad interior. Esta nueva dirección de la medicina, que ayuda al cuerpo a movilizar sus propias capacidades curativas internas, difiere del concepto de la pastilla tranquilizante que relaja dentro de los primeros 15 a 30 minutos. Este efecto durará de 6 a 8 horas y después reaparecerá lo que había antes.
 
Inversamente, si se han elegido correctamente las flores de Bach y tomado el tiempo suficiente, el efecto es profundo y duradero. Algunas actúan más rápidamente que otras, dependiendo de cada individuo, y ayudan a resolver conflictos de raíces profundas como oposición a la paliación de síntomas. Pueden ayudar a modificar situaciones enquistadas durante años y que a veces aun con ayuda psicológica son difíciles de remover.
 
 
ENERGÍA Y CIENCIA
El término energía como lo usan las tradiciones de curación no ortodoxas resulta muy problemático desde el punto de vista científico.
Cuando se habla de energía se la entiende como fuerza de la vida, de la cual la Naturaleza es parte y a la que todos pertenecemos. La energía vital se concibe a menudo como una suerte de sustancia que fluye a través del organismo y que uno puede transmitir a otro.
Según la ciencia moderna, la energía ya no es considerada una sustancia sino más bien una medida de actividad, un índice de modelos dinámicos. Para entender científicamente los modelos de la medicina de la energía parece necesario concentrarnos en los conceptos de flujo, fluctuación, vibración, ritmo, sincronía y resonancia, que concuerdan perfectamente con la visión integral moderna, según el físico Fritjof Capra. Recomiendo su libro el TAO DE LA FÍSICA.
Los procesos de los sistemas físicos y químicos se han estudiado extensamente y se comprenden perfectamente las energías vinculadas a estos procesos. En cambio, los procesos de los sistemas auto-organizadores y la energía relacionada con ellos se han comenzado a investigar sólo recientemente y podrían muy bien revelar fenómenos que hasta hoy no han sido tomados en consideración por la ciencia ortodoxa.
Los elixires florales son un extracto de la parte curativa viviente de la planta, que no es física y por eso es abstracta. No puede ser mensurada ni analizada como una droga o un compuesto químico, y de esta manera el elemento eficaz no puede ser ni extraído ni identificado. Sí puede ser fotografiado.
Uno puede o no adherirse a la filosofía de Bach, las flores funcionan igual, dando mayor libertad, permitiendo que el sujeto se desprenda de viejos hábitos, miedos, necesidad de dominio, desequilibrios formados a lo largo de la vida, y facilitando una mayor afirmación de la personalidad.
No contienen nada químico y se diferencian de la homeopatía en que en ésta la tintura madre diluida modifica la composición física de aquello donde se diluye, el agua se pone molecularmente diferente, mientras que en los florales esto no sucede.
La energía del efecto activo de las flores no es mensurable pero si detectable mediante la fotografía Kirlian, que permite hacer visibles sus radiaciones bioenergéticas.
Hoy es posible sacar conclusiones respecto del efecto de los preparados a través de la observación de los distintos colores y diferentes estructuras energéticas en las fotografías.
Es posible tanto fotografiar con estos sistemas las esencias de florales como hacer la siguiente prueba: sobre cada gota de suero sanguíneo de un mismo individuo se deja caer una gota del remedio floral considerado adecuado y después de quince minutos se fotografían las diferentes gotas, cada una con su remedio floral, para ver cuál es el que corresponden con ese paciente.
El remedio que se elige es aquel que muestra una mayor armonía y transparencia en todo el cuadro (mayor estabilización de la forma circular; rayos más rectos y mayor actividad de radiación). Ya con la fotografía Kirlian se puede observar que cada una de las 38 esencias muestra una radiación energética propia y característica.
Por ejemplo, aquellas esencias florales que apuntan más a la esfera de lo mental, como Scleranthus y White Chestnut, muestran estructuras más intensamente nítidas, mientras que las fotos de las esencias que actúan más en el campo emocional, como Pine y Star of Bethlehem muestran estructuras más difusas.
Esencias energéticas con potencias más débiles como Centaury, Pine, Star of Bethlehem, también se muestran ópticamente en forma más débil, mientras que los potenciales con mayor fuerza, como Cherry Plum, Chestunt Bud y Holly aparecen con más intensidad en las fotografías. Con este tipo de técnicas se pudieron localizar asimismo los puntos de energía sobre los que actúa la acupuntura. Es decir, que las esencias florales tienen una acción física, en el sentido de la ciencia física. Permanentemente nos llegan y devolvemos microvibraciones de todo cuanto existe, y este campo energético de los seres vivos está en vías de ser confirmado por la física moderna subatómica.
También en los campos de la inmunología, neuroquímica y psiconeuroinmunología se esta estudiando la relación entre las emociones y la salud.
 
Todas estas investigaciones confirman los descubrimientos del doctor Edward Bach en el sentido de que las emociones juegan un papel fundamental en el comienzo y avance de casi todas las enfermedades.
 
DESARROLLO DE LA ASTROLOGÍA Y FLORES DE BACH
Ahora que ya sabemos lo que son las flores de Bach, podemos comprender que la astrología se puede convertir en un excelente "Scanner", para averiguar que flores puede necesitar una persona a lo largo de su vida, o que flores puede necesitar de forma temporal. Para centrarme en las flores que puede necesitar de forma pasajera acudo a los tránsitos, mi técnica de previsión favorita, para saber que flores de Bach puede necesitar para mejorar su carácter acudo a su carta natal. Para ser sincera, no voy a hablar de todas las flores, pues no he experimentado con todas ellas astrológicamente, pero si realizaré algún comentario sobre algunas con las que he experimentado comprobando su funcionamiento. Estas flores del sistema floral son las que utilizaremos.
 1. AGRIMONY: Angustia con localización (nudo en la garganta, peso en el pecho, sensación de tensión en el estómago). Ansiedad. Personalidad que intenta ocultar sus preocupaciones e inquietud detrás de una fachada de tranquilidad.
2. ASPEN: Temores vagos, imprecisos, premoniciones, temor oculto frente a la amenaza de alguna desgracia, superstición, sensaciones siniestras sin motivo aparente.
3. BEECH: Crítico, arrogante, intolerante. Acusa a otros pero no cuenta con la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Tensión localizada en la zona de la mandíbula. Suele apretar los dientes o estos le rechinan.
4. CENTAURY: Personalidad tipo "felpudo". Sometimiento a los deseos de los demás. Débil voluntad. Obsecuente. Se aprovechan de su bondad. No puede decir que no.
5. CERATO: Poca confianza en sus propias opiniones. Pregunta a todo el mundo y necesita siempre la confirmación de los demás.
6. CHERRY PLUM: Temor a la pérdida de control, a enloquecer, a perder los estribos, a matar o matarse.
7. CHESTNUT BUD: Tiende a repetir siempre los mismos errores por no aprender de la experiencia. Apuro, ansiedad, superficialidad, problemas con el aprendizaje.
8. CHICORY: Personalidad posesiva por temor a no ser querida. Crítica. Espera ser tomada en cuenta para todo. Se ofende con facilidad.
9. CLEMATIS: Soñador. Siempre pensando en otra cosa, no presta atención a lo que pasa a su alrededor, distraído.
10. CRAB APLLE: Es el limpiador del sistema de Bach. Para sentimientos de suciedad, impureza. Para quien la limpieza ocupa un lugar preponderante. Detallista. Vergonzoso.
11. ELM: Sensación de agobio. Sentimiento temporal de no poder cumplir con sus responsabilidades. No saber por donde empezar.
12. GENTIAN: Escéptico. Pesimista. Se desalienta fácilmente. Deprimido, pero conoce el motivo.
13. GORSE: Desesperanzado. Depresivo. Y no espera nada de la vida.
14. HEATHER: Centrado en sí mismo. Necesita público que lo escuche hablar de sus problemas. Se apega a las personas y no resulta fácil despegarse de él. Es como una lapa.
15. HOLLY: Celos. Desconfianza. Odio. Envidia. Ira. Enojos.
16. HONEYSUCKLE: Nostalgia del pasado. Lamenta que haya pasado el tiempo. Le cuesta vivir en el presente.
17. HORNBEAM: Temor de encontrarse demasiado cansado como para sobrellevar las obligaciones cotidianas, pero lo logra no obstante. Sensación de no poder levantarse a la mañana por cansancio.
18. IMPATIENS: Impaciente. Fácilmente irritable. Reacciones exageradas. Inquieto fisicamente.
19. LARCH: Sensación de inferioridad. Falta de confianza en sí mismo. Desvalorización de sus posibilidades.
 
20. MIMULUS: Para los miedos que uno puedo nombrar. Timidez. Personalidades asustadizas.
21. MUSTARD: Depresión melancólica profunda. Cíclica. Aparentemente sin causa. Aparece durante un determinado periodo de tiempo y luego vuelve a desaparecer.
22. OAK: Luchador agotado, que sin embargo, no descansa. El deber ante todo. Dolores tensionales en nuca y hombros.
23. OLIVE: Cansancio intenso al punto del agotamiento físico, que repercute también en lo mental.
24. PINE: Autoreproche. Sentimiento de culpa. Desaliento.
25. RED CHESTNUT: Temor excesivo por lo que Les pudiera suceder a los seres queridos.
26. ROCK ROSE: Estados de miedo extremadamente agudos. Sentimiento de terror y pánico.
27. ROCK WATER: Personalidad que en tenaz persecución de determinados principios e ideales reprima otras necesidades personales. Rigidez mental que a veces se traslada a lo físico (espalda).
28. SCLERANTHUS: Indeciso, salta de una cosa a otra. Internamente poco equilibrado. Cambia de opinión de un momento a otro. Siempre oscila entre dos polos.
29. STAR OF BETHLEHEM: Resabios de situaciones traumáticas tanto físicas como psíquicas, no importa si fueron recientes o antiguas. Flor que da consuelo.
30. SWEET CHESTNUT: Desesperación muy profunda. Sensación de estar en el límite de lo soportable.
31. VERVAIN: En el entusiasmo de perseguir determinada idea, no tiene en cuenta las propias fuerzas. Fanatismo. Tensión en la mitad superior del cuerpo.
32. VINE: Dominante. Desconsiderado. Necesitado de poder. A veces tiránico. Lúcido para resolver situaciones donde los demás pierden la cabeza.
33. WALNUT: Sentimiento pasajero de inseguridad. Influible y cambiante de ánimo en etapas decisivas o evolutivas de la vida. Es una flor que ayuda a romper con situaciones que uno desea cambiar y le resulta muy difícil.
34. WATER VIOLET: Reservado, retraído, orgulloso, aislado de los demás. Sentimiento de superioridad respecto de otros, y por eso se corta solo.
35. WHITE CHESTNUT: Determinados pensamientos dan vueltas y vueltas por la cabeza y uno se puede deshacer de esas ideas. Diálogo interno que tortura. Sensación de tener un casete en la cabeza.
36. WILD OAT: Indefinición de las ambiciones. Frustración por no encontrar el camino en la vida. Vocación insatisfecha.
 
37. WILD ROSE: Falta de participación. Apatía. Resignación. Renuncia Interna. Desinterés.
38. WILLOW: Amargura. Resentimiento. Rencor. Sentirse víctima del destino.
39. RESCUE REMEDY: Para primeros auxilios hasta que venga el médico. Situaciones de susto, choque, accidentes. Situaciones que provocan tensión. Lipotímias. Hipertensión o hipotensión. Es un equilibrador.
 
ALGUNAS RECOMENDACIONES:   Se recomienda a los pacientes:
-       Actividades físicas regulares.
-       Relajarse algunos minutos por día.
-       Cambiar los hábitos alimenticios.
-       Evitar bebidas gaseosas o bebidas estimulantes.
 ·         Para el terapeuta:
-       No limitarse apenas a las flores cuando el remedio de farmacia se torna necesario.
-       Observar la historia clínica del paciente.
-       Acompañar la evolución de los casos en donde usted receta.
-       Prestar atención en la relación postura física - relato del paciente.
-       Diferenciar que es crónico, progresivo y circunstancial en el paciente.
 
Por: Dra Irma Latorre G.
Astróloga y Naturópata.
 

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